martes, 16 de febrero de 2016

De flores y de estatuas

                                  


En nuestro penúltimo día juntos
Dimos un paseo por el cementerio
Viendo las lápidas de los niños
Cuyas vidas habían sido castradas
Antes de florecer

Quizá nuestro amor fue algo parecido
Una promesa procastinada
Un capullo que no terminaba de salir
Una violación inacabada
Con un poso terrible en el fondo

Y la majestad del miedo allá a los lejos
Lanzando guiños desde el pasado
Que se clavaban en mi espalda

La rabia incontenible de tu abuela la gitana
La mirada indiferente de tu padre ciego al amor
La angustia y la impotencia de tu madre
Refugiándose en la certeza de un Dios que no te abandona

La tristeza y la soledad del niño que fui
Que creció en un sueño de películas y aviones y rascacielos
Esperando a su madre en el quicio de la puerta
A que llegara con la maleta llena de regalos y esperanzas
Y acabó huyendo de ella para refugiarse en otras
En todas las otras

¿Qué haríamos tú y yo juntos?
¿Acaso llorar más y mejor?
¿Podríamos ser compañeros algún día?
¿Mirarnos de igual a igual?

Ya no existen las princesas, no en este mundo
Solo existen personas que se cruzan y se miran a los ojos
Solo existen caminos que se encuentran y se desligan
Las flores delicadas serán pisoteadas
Y el hombre de piedra será tallado para hacer estatuas