jueves, 11 de octubre de 2012

Manka Saya, desde Chile rompiendo fronteras


Tuve el placer de compartir dos noches con estos magníficos artistas y mejores personas, y de asistir a uno de los concertos más emocionantes de mi vida (también junto a mis queridos Lucía Munagorri y Franco Torti, culpables directos de que unos y otros participásemos en el Festival Internaconal de Tamaulipas). La experiencia dio lugar al poema que podréis leer a continuación. Disculpen la cursilería en algunos pasajes, no lo he podido evitar...


El grupo Manka Saya,
compañeros chilenos,
músicos del mundo,
crearon la magia
en la plaza de San Fernando.

Hasta el gobernador bailaba la cueca

y, de pronto,
sin que se diera cuenta,
cacique y pueblo eran uno,
sin diferencia y sin rango,
sin amo y sin señor,
sin dueño y sin esclavo.

Por un rato la libertad asomando
como una quimera,
la música callando los disparos,
el arte rompiendo las fronteras

 de los hermanos americanos.







1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenasos estos tipos. Gracias por compartir querido Mariete.